lunes, 4 de junio de 2012

San Blas

El mal tiempo en el mar abierto duro aproximadamente un dia y medio…Tarde a la noche del segundo dia llegamos al Archipielago de San Blas. Por la oscuridad no veíamos nada, pero el agua era calma y ya nada se movia.
Amanecio, me desperté y sali a a ver a mi alrededor…el barco estaba fondeado, rodeado por una inmensa barrera de coral e infinidad de islitas vírgenes paradisiacas. Increible paisaje. Todo era tal cual la imagen que uno tiene en la cabeza de las islas paradisiacas del Caribe. Agua transparente, pequeñas islas de arena blanca y tan solo palmeras…


El archipielago de San Blas esta conformado por 365 islas (si si, se tardaría exactamente 1 años para visitar una por día), que pertenecen a la Comarca de los Kuna Yala. Estos indígenas estan organizados en la comunidad mas autóctona y original de todo Centroamerica. Si bien dependen de la Republica de Panama, lograron administrar y gobernar su propia Comarca, que dentro del país, es semi independiente. De las 365 islas, solo 30 de ellas estan habitadas (únicamente por los Kuna). Ellos tienen poder y control absoluto sobre las islas. Nadie puede comprarles una de sus islas o un terreno en ellas, ni construir NADA! Las islas no se pueden tocar, no hay ningún tipo de construcción de material, son 100% vírgenes. Los Kuna no te cobran por fondearte o navegar en las proximidades a las islas, ni te prohíben que hagas snorkel, pesques o nades hasta las islas y las visites (solo no te dejan bajar cocos por tu cuenta), pero sí esperan que los ayudes consumiendo los productos que ellos venden (artesanías, frutas y pescados) y también viven de todo tipo servicios que le ofrecen a los barcos que llegan de visita (venden nafta, recogen la basura de los barcos, hacen arreglos, se ofrecen como bote-taxis, y te consiguen cualquier cosa a cambio de plata u otro productos a los que ellos no tengan acceso.
Durante los siguientes 3 dias, el barco se fue moviendo de un lugar a otro y fue fondeando en diferentes spots claves, todos lugares increíbles, paradisiacos, sin nadie alrededor. En cada lugar, nos tirábamos al agua e íbamos a hacer snorkel (el barco tenia un cajón lleno de patas de ranas, snorkels y antiparras). Nunca me imagine la cantidad de peces que pudimos ver: te dodos los tamaños y formas, de los colores mas raros y estridentes que uno se pueda imaginar. INCREIBLE! Recorriamos las islitas, encontramos caracoles y estrellas de mar gigantes! Pescamos y algunos bucearon langostas y cangrejos gigantes, que despues cocinamos. O simplemente nos tirábamos en las redes de la cubierta a tomar sol y a NO HACER NADA mas que DISFRUTAR… a la hora de comer, FRITZ nos llamaba tocando una trompeta. Muy gracioso. Las comidas fueron increíbles, platos gigantes super ricos y de lo mas variados (nos la pasábamos comiendo). Tambien el barco estaba aprovisionado con unas redes llenas de frutas, asique todo el tiempo estamos picando bananas, piñas o cocos. Muy bueno…

El 17 de Marzo fue St. Patrick’s Day y a bordo teníamos a dos irlandesas que se encargaron de armar la festichola. Cantos típicos irlandeses, mucha cerveza, baile y música toda la noche en la cubierta del catamarán en el medio de las islas.
Todo lo que uno se imagina del paraíso, esta en San Blas. La típica foto de la islita minima desertica con tres palmeras, arena blanca, agua calma y perfectamente turquesa, es una imagen que se repite en todas las direcciones hacia donde uno mire. “El catamarán esta anclado rodeado de una barrera de coral. Estoy acostado en la red de proa. Abajo mio, en el agua, se ven todo tipo de peces de colores nadando por todos lados. Hasta se puede ver la arena del fondo y algún cangrejo o estrella de mar. Sol radiante, suave brisa de mar, atardecer espectacular. Buena música de fondo. Clima perfecto. Estoy muy contento, me siento feliz y para mis adentros me pregunto si realmente merezco esto. Me acompañan Lewis y Clover. Clover australiana de Perth, diseñadora de modas, tiene su propia marca, un estilo que raja la tierra, viaja por el mundo como cualquier mortal se tomaria el subte para llegar a la oficina. Tunica y sombrero panamá. Alterna entre ojear su Vogue y seguir leyendo la biografia de Jimmy Choo. Obsesionada con Argentina: Buenos Aires, sus campos, sus mujeres, sus hombres, el polo y los veranos en la costa uruguaya. Surgen programas futuros e invitaciones a nuestros países por ambas partes. Lewis, Australiano de Sydney. Camisa de jean y bermudas color salmon, mas canchero echale agua, mucha onda. Muy buen gusto musical, puso su ipod, parlantitos y de fondo sonaban temas de Foster de People  y The Stokes, entre otros. Muy buena onda, buena energía y sonrisa permanente. Fui descubriendo que existe una clase de australianos con mucha onda, con cierto gusto compartido con el argentino canchero. Entienden. Tanto Clover como Lewis fueron a B. A. y se sintieron especialmente seducidos por su vida cultural y social. Con los dos tuvimos largas charlas, superficiales a mas no poder, pero divertidas, graciosas, simpaticas: restaurants, marcas de ropa, eventos, y demás vanalidades. Por que no? Estoy en el medio del Caribe con una quincena de anglosajones, desayunando frutas tropicales y comiendo langosta y cangrejo recién buceados del fondo del mar, sin hacer nada mas que disfrutar…por un momento me permito sin culpa perder los parámetros de la realidad latinoamericana y manejarme en otras latitudes, adoptar otro papel, un papel que en algún lugar de mi y en alguna porción existe adentro mio. Por mas que durante los últimos meses me haya ocupado en minimizarlo, existe y tengo que hacerlo convivir con el resto de mis facetas. Otra vez mas, me pregunto si mori y llegue al paraíso, respiro profundo, miro la puesta del sol y le doy un trago a mi mojito…”

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